Nuestra historia
Narrado por Eberhard Schultz
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Don OTTO STOLZENBACH antiguo vecino e industrial de Valdivia, fue el alma creadora del Club, logrando en aquellos años de gloria con su empuje y tenaz perseverancia la consolidación de una Institución deportiva náutica, que hoy goza de un elevado prestigio local como nacional, «Don Otto”, como acostumbramos llamarlo, junto a otros valores importantes de esa época, colocaron los cimientos de un deporte poco conocido en Valdivia y en Chile, cual es la vela, que logro apasionar a muchos amantes del deporte acuático que hasta esa época sólo se con centraba en el remo, disciplina aquella que fue introducida por los alemanes inmigrantes radicados en Valdivia.
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Tal como el remo, el deporte de la vela se difundió rápidamente a otras ciudades tomando auge especialmente en el puerto de Valparaíso, Don Otto que fue el primer Presidente del Club y mantuvo el cargo de Presidente honorario hasta su fallecimiento en el año 1960, siempre mantuvo el principio que una Institución deportiva debe considerar un importante aspecto social con el fin de estrechar lazos de amistad entre los Socios y sus familiares ; «ambas cosas deben ir unidas», sólo así una Institución deportiva puede crecer, decía él. Este principio se ha mantenido durante los largos años de existencia del Club, siendo tal vez el secreto de su existencia y de su organización armónica, a pesar de los duros tiempos de la segunda guerra mundial que vio seriamente afectada su organización y por el fatídico terremoto del año 1960 que destruyó casi totalmente los bienes que tenia el Club en el sector de Las Animas de Valdivia. Este último contratiempo perjudicó de tal manera la Institución que sólo después de 22 años ha podido recuperar gran parte de lo perdido gracias al esfuerzo exclusivo de los socios y a la desinteresada labor de los diferentes directorios, Otto Stolzenbach fue un gran constructor de embarcaciones. En su pequeño astillero ubicado en su Industria de Collico, construyó sus seis “Afrodites” de los cuales los más importantes fueron el número 4 y 5 en que emprendió los variados viajes a los canales de Chiloé, abriendo la ruta de los yates a la Laguna San Rafael en el año 1944. Fue el impulsor de la Clase STAR en Chile, logrando construir cerca de 20 embarcaciones de la Clase y tiene el orgullo además de haber construido el famoso «LAUSBUB» primer «PIRATA» construido en Chile y el que posteriormente fue adquirido por Don Welter Weschke en el año 1952, siendo tal vez el punto de partida de la CLASE en el norte.
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Don PABLO SCHWARZENBERG, activo navegante, logró bajo su Presidencia en plena época de la segunda guerra mundial redactar y tramitar los nuevos Estatutos de la Institución y le Personalidad Jurídica, Decreto Supremo N° 3359 del 9 de Septiembre de 1940. Igual que Don Otto, realizó varios viajes a los canales del Sur de Chile, como también tomó la ruta norte del litoral.
A don Pablo, siempre se le consideró como el navegante nato e intelectual del arte de la navegación, logrando uno de los pocos títulos de Patrón de Alta Mar en Valdivia.
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Don CARLOS HILKER, teniendo la escuela náutica de sus antecesores, fue durante varios años Presidente de la Institución. Su personalidad auténtica, su carácter bondadoso, influían sobre los demás, logrando una férrea unión entre los socios, bajo la gran bandera de la amistad. Grandes adelantos se hicieron bajo su periodo de dirigente, destacándose la consolidación del patrimonio del Club en el recinto ubicado en Las Animas. Fue un periodo de casi 15 años en que se hicieron grandes realizaciones tanto en lo deportivo, como en lo social e institucional. A él se le debe la organización del primer Campeonato Nacional de la CLASE STAR en 1952 y el Primer Campeonato de la Clase Lightning en 1958.
Todo este gran desarrollo fue truncado el 22 de Mayo de 1960, fecha que los valdivianos no pueden olvidar y temen recordar. Tanto por el sismo y posteriormente con la subida del río, todas las instalaciones de primera categoría con que contaba el Club fueron destruidas en breves minutos.
En estas circunstancias en que la moral del valdiviano estaba muy baja, de la nada y con gran esfuerzo surge un nuevo Club de Yates, reinando en él, como siempre, el imborrable espíritu de los antiguos navegantes, pese a todas las dificultades inherentes a la época.
Lamentablemente no tenia la suficiente altura para los mástiles cada vez más altos de las embarcaciones, nació la idea del traslado de la sede a otro lugar, que reuniese las condiciones para su instalación definitiva. Largas fueron las horas de discusión sobre este tema, en que se barajó seriamente el sector Sur Weste de la Isla Teja, río Tambillo, pero finalmente se decidió adquirir el predio del Sr. Koller en la calle General Lagos 1445, sitio que tiene un frente de 40 mts. y un fondo aproximado de 60 mts. Esta compra, última gestión importante de don Carlos Hilker antes de su alejamiento de la ciudad, tuvo un significado histórico ya que fue el punto de partida de la nueva sede del Club, cuya planificación y construcción fue acelerada a causa de las consecuencias del terremoto. Como el sitio adquirido no era suficiente, se logró por Decreto obtener los terrenos del Ex Liceo de Hombres, en ruinas, los cuales fueron rellenados con escombro y arena, dando lugar posteriormente a la construcción del galpón, casa del cuidador y finalmente algunos años más tarde, el casino. Con la venta del resto del terreno de Las Animas a la Firma CAPREVA se compró la estructura metálica dei galpón, el forro de zinc y la cubierta de pizareño A sólo eso se redujo el patrimonio del Club a raíz del sismo del año 1960.
En la Empresa de la nueva sede de la Institución, le cabe un papel preponderante a los socios Carlos Baer y muy especialmente a don Walter Antebach. Fue una dura tarea, con grandes sacrificios, logrando sin embargo, con poco dinero la construcción de la dársena, la instalación de la grúa, la pavimentación parcial del hangar y finalmente la construcción del Casino. Fueron necesarios casi 10 años de intensa dedicación para lograr obtener las instalaciones mínimas para un normal desenvolvimiento del deporte de la vela y motor.
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Como un desafío y con el fin de mantener el entusiasmo entre los socios, Don WALTER ANTEBACH estimuló a los yatistas hacia la parte competitiva organizando regatas con las escasas embarcaciones existentes. A raíz de un regalo de la República Federal Alemana, consistente en un yate Pirata, se estimuló a la vez la construcción de este monotipo con el fin de ampliar la flota del Club con embarcaciones acorde a la situación económica de los socios y además para poder participar a nivel nacional en regatas de la Clase. Esta importante contribución del Presidente Antebach motivó en forma importante a las jóvenes generaciones y fue así que el Club estuvo representado en forma ininterrumpida en la Clase Pirata desde el año 1960 hasta el año 1972, logrando obtener 5 Campeonato Nacionales y varios Vice Campeonatos, como también varias Copas Pirata en diferentes partes del litoral marítimo, fluvial y lacustre. También en esta actividad don Walter tuvo una importante participación, imponiendo un sello de originalidad al impulsar a todos en mejorar velas, cables, herrajes, etc., con el fin de lograr el mayor rendimiento de las embarcaciones.
El 29 de Diciembre de 1972, se logra otro importante avance en la historia del Club, al firmar ante Notario la compra del predio denominado «TEJA SUR». Nuestra Institución participaba como socio en una Sociedad Habitacional, manteniendo el privilegio de suscribir la parte baja del terreno que incluía la casa patronal, sitio ideal para la futura sede del Club. Sin embargo han pasado 10 años y por la situación económica actual es poco lo que se ha realizado para concretar este anhelo. De todas maneras queda la posibilidad de invertir en el proyecto Teja Sur, siendo necesario para esta finalidad, una planificación racional de inversión.
En su 99° Aniversario, nuestro Club de Yates ‑ antiguo «SEGEL‑VEREIN VALDIVIA» – puede estar orgulloso de su trayectoria y desarrollo actual, inspirado en el espíritu de sus fundadores.
Este desarrollo es el resultado del trabajo incansable de nuestros antecesores, al sacrificio personal de cada socio activo y al apoyo siempre oportuno de nuestros socios honorarios.
Bienvenido al Club de Yates más antiguo de Chile.